Buenos días amados hermanos, gracia, misericordia y paz de DIOS nuestro Padre y de Jesucristo nuestro Señor y Salvador.
El versículo de hoy es:
Genesis 4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
Este versículo es parte del diálogo entre DIOS y Caín, justo antes de que Caín se deje dominar de su deseo; es una advertencia divina que tiene una gran enseñanza, moral y emocional muy significativa.
Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?»
DIOS le ofrece a Caín la oportunidad de hacer lo correcto, la palabra «enaltecido» puede traducirse también como «aceptado» o «exaltado». En el contexto inmediato, DIOS está comparando la ofrenda de Caín con la de Abel, y le dice que su aceptación depende de su conducta.
«Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta;»
El pecado es como una bestia acechando a la puerta de la vida de Caín. La idea es que el mal no está todavía dentro, pero está cerca, esperando la oportunidad. Es una advertencia clara sobre la vigilancia moral: Si no tomas decisiones correctas, el pecado aprovechará la ocasión.
«Con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.»
En hebreo, el texto sugiere que el pecado «desea dominar a Caín», pero Caín está llamado a dominarlo a él. Es un lenguaje que recuerda la lucha por el poder.
Esta parte destaca la lucha interna entre el deseo (pecaminoso) y el control moral.
DIOS no dice que el pecado es invencible; al contrario, afirma que Caín tiene la capacidad de dominarlo.
Conclusión
Génesis 4:7 Es una de las primeras grandes afirmaciones bíblicas sobre la libertad moral humana y la batalla interna
entre el bien y el mal.
Este versículo enseña que:
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Dios ofrece gracia preventiva, advirtiendo antes de que se cometa el mal.
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El ser humano tiene la capacidad de elegir y la responsabilidad de actuar correctamente.
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El pecado siempre está cerca, pero puede ser resistido.
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La lucha contra el mal es una tensión constante, pero DIOS nos dio el poder de dominarlo.
En el caso de Caín, ignorar esta advertencia lleva a la tragedia. Pero en términos más amplios, este versículo establece uno de los grandes temas bíblicos: la lucha entre obedecer a Dios o ceder al pecado, y la necesidad de que el hombre gobierne sobre sus impulsos.