Buenos días amados hermanos, gracia, misericordia y paz de DIOS nuestro Padre y de Jesucristo nuestro Señor y Salvador.
El versículo de hoy es:
Genesis 4:9 Y DIOS el Señor dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
Este versículo ocurre justo después de que Caín mata a su hermano Abel por celos, al ver que DIOS acepta la ofrenda de Abel y no la suya.
El diálogo divino
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«¿Dónde está Abel tu hermano?»
Esta pregunta recuerda la que DIOS le hizo a Adán: «¿Dónde estás tú?» (Génesis 3:9). Esta no es una pregunta para obtener información —DIOS ya conoce la respuesta—, sino una invitación al arrepentimiento, confesión y reflexión moral. -
DIOS actúa como juez, pero también como un Padre que da oportunidad para hablar, no condena directamente, sino que confronta a Caín con su conciencia.
Respuesta de Caín
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«No sé;»
Caín miente deliberadamente. Él sabe exactamente qué pasó con Abel, porque él mismo lo mató.
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Esta frase pone en evidencia la corrupción moral tras el pecado; además de matar, ahora miente para encubrirlo.
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«¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?»
Esta frase es clave, tiene tono de desprecio, cinismo e irresponsabilidad. Caín evade cualquier sentido de responsabilidad fraternal o comunitaria. -
En hebreo, la palabra para «guarda» es שׁוֹמֵר (shomer), que implica vigilancia, cuidado, protección.
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El versículo muestra la profundización del pecado: Del acto violento (asesinato) al pecado moral (mentira, falta de remordimiento, negación de responsabilidad).
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También representa una ruptura del mandato original de vivir en comunidad y cuidar los unos de los otros.
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Aquí nace, en cierta forma, la pregunta fundamental de la ética: ¿somos responsables los unos de los otros? La Biblia claramente dice que sí.
Conclusión
Génesis 4:9 Es más que un relato sobre un crimen: Es un espejo moral. Caín no solo mata a su hermano, sino que también rompe el lazo humano de responsabilidad y compasión. Su respuesta irónica es un intento de escapar del juicio, pero también revela el egoísmo y la desconexión con el otro.
DIOS, al preguntar «¿Dónde está tu hermano?», no solo se dirige a Caín, sino a todos nosotros: nos llama a mirar hacia los demás,
a cuidar, a de no ser indiferentes; este versículo nos plantea una pregunta clave:
¿Estoy siendo el guardián de mi hermano, o me estoy comportando como Caín?