13 de Junio de 2025

Buenos días amados hermanos, gracia, misericordia y paz de DIOS nuestro Padre y de Jesucristo nuestro Señor y Salvador.

El versículo de hoy es:

Genesis 6:13  Dijo, pues, DIOS a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos;

y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

«He decidido el fin de todo ser»

Este versículo nos muestra la sentencia del juicio justo de un DIOS Santo frente a una humanidad completamente corrompida.

Justicia divina: DIOS no tolera el pecado indefinidamente, aunque es paciente, llega un momento en que el juicio es necesario para restaurar el orden.

La Soberanía de DIOS: El Señor tiene autoridad absoluta sobre toda la creación, EL es el Creador, El es Soberano y decidió el fin de todo ser sobre la tierra.

 «Porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos»

La causa del juicio divino es el resultado de la corrupción de la humanidad marcada por la violencia, la injusticia, el egoísmo, y probablemente la idolatría.

La violencia aquí no es solo física, sino también moral y espiritual (corrupción, opresión, perversión).

«Y he aquí que yo los destruiré con la tierra»

El juicio de DIOS: Abarca no solo al hombre, sino que la tierra misma será purificada. Esto puede entenderse como: Un anticipo del juicio final.

La justicia no es ignorada

En medio de un mundo corrupto, Noé halló gracia. Esto nos recuerda que vivir rectamente en medio del mal no pasa desapercibido para DIOS.

Génesis 6:13 Es un llamado solemne a tomar en serio la realidad del pecado y su consecuencia: El juicio de DIOS.

Pero también es una oportunidad para valorar la gracia y la salvación que hay en Cristo JESUS.

DIOS destruye para purificar y redimir, la historia de Noé es una sombra del plan de redención completo que se manifiesta plenamente en JESUS.

Tengamos en cuenta que DIOS a través de su palabra nos recuerda que nuevamente el juicio esta por venir.

2 Pedro 3:5-7   Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.