Buenos días amados hermanos, gracia, misericordia y paz de DIOS nuestro Padre y de Jesucristo nuestro Señor y Salvador.
El versículo de hoy es:
Genesis 3:20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Adán y Eva han desobedecido a DIOS comiendo del árbol del conocimiento del bien y del mal, y ahora enfrentan el juicio divino.
Sin embargo, en medio de esta escena de juicio, hay un destello de esperanza: Adán le da nombre a su esposa y la llama Eva, que significa fuente de vida o dadora de vida.
El nombre Eva en hebreo es «Ḥawwāh» y significa «viviente», «fuente de vida», «madre de los vivientes» o «dadora de vida».
Al llamarla así, Adán reconoce su papel fundamental en la perpetuación de la humanidad. A pesar del pecado
y de la sentencia de muerte.
En Génesis 3:15, Dios había prometido que la «simiente de la mujer» aplastaría la cabeza de la serpiente. Aunque Eva y Adán acaban de ser sentenciados a una vida de sufrimiento y muerte, este versículo refuerza la esperanza de que la descendencia de la mujer traerá redención. El hecho de que Adán llame a su esposa Eva sugiere que cree en la promesa de Dios y en la continuidad de la vida a través de ella.
1 Timoteo 2:14-15 Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
DIOS le dio un propósito fundamental en la creación a la mujer, ella da a luz vida.
