Creados a la imagen y semejanza de Dios

Génesis 1: 26-27

26. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra; en el sexto día Dios formó con sus manos al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.

Dios unió en el hombre al cielo con la tierra. El hombre es un ser que tiene un cuerpo (tierra), dentro del cual Dios sopló espíritu de vida (cielo).

El hombre está formado de tierra y cielo, cuerpo y espíritu.

Dios creó a hombre a su imagen y semejanza, dándole al hombre un alma que le de la capacidad de tomar sus propias decisiones; el alma del hombre tiene capacidad para elegir:

  1. Ser un ciudadano del cielo obedeciendo la voluntad de Dios en la tierra.
  2. Ser un ciudadano de la tierra esclavo del pecado, sometido a los deseos de la carne.

Dios es espíritu. El hombre es la imagen y semejanza materializada de la deidad de Dios. Cunado Dios dijo hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza, vemos en acción la plenitud de la deidad de Dios el Padre, el Verbo de Dios, y el Espíritu de Dios.

E hombre es un ser que está formado por espíritu, alma y cuerpo, esa es la imagen y semejanza de Dios en el hombre.